La Educación Secundaria constituye el tercer nivel de la Educación Básica Regular y tiene una
duración de cinco años, desarrollada en 2 ciclos educativos (ciclo VI y VII). Es esta etapa, nuestros
estudiantes fortalecen el proceso formativo escolar y afianzan su identidad personal y social,
además, se potencia el ideario y axiología vicentina que es el ideario y axiología manuelpardina. Se
orienta hacia el desarrollo de las competencias para la vida, el trabajo, la convivencia democrática
y el ejercicio de la ciudadanía responsable, solidaria y comprometida con la vida misma, la sociedad
y el medio ambiente; asimismo, les permite el acceso a niveles superiores de estudios.
En Educación Secundaria los estudiantes experimentan una continuidad del desarrollo de las
competencias promovidos desde la Educación Inicial y Primaria, de tal manera que se progrese
hacia los niveles más complejos de las competencias. Y tiene en cuenta los diferentes ritmos, estilos
y niveles de aprendizaje propios de las características fisiológicas de los púberes y adolescentes,
quienes requieren de un acompañamiento y monitoreo conjunto y en equipo entre el trinomio
educativo: colegio, familia y comunidad.
En este sentido, la propuesta curricular del Nivel Secundaria en nuestro colegio Manuel Pardo, se
sustenta en el ideario del marco de la propuesta de un currículo por competencias del Ministerio de
Educación y a la vez, y facultativamente, como una institución que brinda servicio educativo en la
gestión privada, asume una propuesta pedagógica que coadyuve hacia una EDUCACIÓN DE
CALIDAD y a la vez CON IDENTIDAD: CRISTIANA, CATÓLICA Y VICENTINA.
Metodología Nivel Secundaria
En el Nivel de Educación Secundaria los estudiantes experimentan una serie de cambios corporales
significativos de carácter interno y externo propios de la pubertad y adolescencia, que a la vez
ejercen influencia decisiva en los procesos socioemocionales y cognitivos. Estos cambios exigen a
la escuela adaptar sus metodologías de enseñanza aprendizaje que favorezca la creación de una
serie de espacios de interacción pedagógica que les permita a los docentes explorar junto a sus
estudiantes procesos constructivos del aprendizaje basado en una comunicación asertiva,
trabajo en equipo, autonomía, confianza, respeto, solidaridad, reflexión constante y mejora continua.
Al 2024, las exigencias metodológicas para el desarrollo de aprendizajes van más allá de ser activas
y constructivas. Pues, si bien el Currículo Nacional de Educación Básica respecto al desarrollo de
competencias, expresa que es “la facultad que tiene una persona de combinar un conjunto de
capacidades a fin de lograr un propósito específico en una situación determinada, actuando de
manera pertinente y con sentido ético” (MINEDU, 2016); entonces se hace fundamental que la
didáctica en la escuela fomente e implemente metodologías integradoras, cooperativas,
comunicacionales y vivenciales, que permita a los actores del proceso enseñanza aprendizaje un
continuo aprender a aprender y desenvolverse en un enfoque mucho más interactivo.
Por ello, en nuestra institución educativa se busca que el estudiante desarrolle sus competencias,
en el marco del perfil de egreso de la EBR, desde una propuesta del desarrollo del aprendizaje en
la cual sea él un protagonista activo y que participa de actividades diversas como: diálogos dirigidos,
tertulias, debates, proyectos colaborativos y sobre todo actividades que fomenten el pensamiento
creativo, crítico, de indagación científica e investigación y socioemocionales.
En este sentido se desarrollan metodologías interactivas, contextualizadas y holísticas a partir de
modelos de aprendizaje pertinentes e interdisciplinarios como el aprendizaje basado en proyectos,
aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en servicio, aprendizaje basado en la
investigación, estudio de casos, entre otros.